Decía, hace algunos años ya, un tal Juan Soto Serrano, entonces Director General de Hewlett Packard España, que a la hora de buscar becarios, alumnos de la universidad sobre todo, los más apreciados en su empresa eran jóvenes talentos con capacidad para seguir desarrollándose, no necesariamente con todo aprendido, sino sobre todo con ansia y actitud de aprender más. Para explicarlo, Soto hacía una analogía entre estudiantes y cajas de cartón. “No queremos cajas llenas, queremos cajas vacías, o semi vacías, que podamos seguir llenando”, comentaba.

Llegar a la etapa de búsqueda de empleo e incorporación al mercado laboral con esa actitud de clases a domicilio primaria, no sólo ofrecerá más posibilidades de incorporación a un puesto o una empresa, sino que, al mantenerse, será una garantía de desarrollo personal y profesional. Este desarrollo es el que dará valor a la actividad de la persona, permitiéndole, por una parte, realizarse como persona, y por otra avanzar en su carrera, sea por cuenta ajena, trabajando para una empresa, o por cuenta propia, trabajando para sí mismo.
Por todo ello, en la Educación, en las clases y aulas de colegios, institutos y universidades, no basta con trasladar conocimientos, que son los que pueden proporcionar bachillerato de forma puntual. Es trascendental que los profesores enseñen métodos, expliquen procesos, y lo hagan de forma insistente, de modo que se refuercen las paredes de esa “caja de cartón” que es el cerebro, sin saturarla, manteniéndola abierta, flexible, capaz de asimilar de forma continua.
En épocas como la actual, de crisis económica, pero también de valores, cultural y de modelo social, saldrán adelante con más facilidad quienes sean capaces de adaptarse a las nuevas situaciones y los nuevos retos. Buscar alternativas, nuevos caminos, nuevas soluciones a un mismo problema, es una tarea que se lleva a cabo más fácilmente contando con las herramientas adecuadas que con las alforjas llenas.
Esta es una lección aplicable a la forma en que enseñamos, desde el aula, o desde la atención personalizada en las Clases a domicilio ESO. Los profesores deben asumir en parte ese reto; pero no podrán hacerlo sin la
colaboración de padres, madres y alumnos.
Para finalizar, y volviendo a la analogía con las cajas de cartón, llevemos la idea al terreno del juego ¿recuerdan con qué se divierte más un niño a muy temprana edad cuando se le hace un regalo? Respondánse a esta pregunta: ¿jugaron más con el embalaje, o con el juguete?