En Pa Negre, nos encontramos con la vida de un niño truncada por la Guerra Civil y cómo esta le transforma hasta volverle irreconocible; la fotografía en negativo del personaje inicial. En Miel, sin embargo, vemos la evolución de un niño que, también en circunstancias difíciles, se sobrepone a las circunstancias sacándose de sí, no lo peor como en la primera película citada, sino lo mejor. Y en Blog, estrenada hace ya un mes, se nos retrata la realidad de la adolescencia, a veces ignorada, voluntaria o involuntariamente por los padres. En todas ellas se mezclan escenarios como la escuela, el campo o la ciudad, y sentimientos tan dispares como la amistad, la rebeldía, el rencor, el odio, la valentía o el más absoluto tedio.
Como suele ser habitual en todas ellas, se nos retrotrae a formas de estar, la de la infancia o la adolescencia, que tendemos a olvidar cuando nos hemos convertido, casi sin notarlo, en adultos. Y en todas ellas se nos recuerda que un día fuimos o vivimos como tales para acercanos a esa realidad y quizás entender mejor a los que ahora son nuestros hijos. Por todo ello, os recomendamos que si podéis, dediquéis una parte de vuestro tiempo a sentaros ante una pantalla y ver para recordar y entender. Seguro que os será de ayuda.