Por eso, para aprender todo lo que pueden enseñarnos es necesario buscar formas de simplificarlas y hacerlas interesantes. Una de ellas es mostrar la relación de la ciencia con la realidad, acercar la teoría a la práctica y enseñar que todo lo que ocurre a nuestro alrededor puede explicarse en términos científicos. Yendo un paso más allá, es aún más didáctico y mucho más sistemático que los niños puedan interactuar con la ciencia, experimentar ellos mismos el sentido de las teorías científicas.
Esta es la novedad más significativa introducida en los museos de la ciencia, espacios hasta ahora reservados a los adultos y que se han abierto a los más pequeños incorporando herramientas que permiten la experimentación y llaman a su participación. Vivas donde vivas es probable que tengas, no muy lejos de tu residencia, un museo de la ciencia al que poder acudir durante el fin de semana y ayudar a tus hijos a comprender todas esas cosas, tan difíciles de entender sobre el papel y que resultan tan evidentes cuando podemos palparlas con los cinco sentidos.
Consulta este listado y encuentra el museo de la ciencia más cercano a tu residencia.